De Que Manera Contribuye La Escuela En La Conformacion De La Personalidad Del Niño?

De Que Manera Contribuye La Escuela En La Conformacion De La Personalidad Del Niño
Qué se entiende como desarrollo de la personalidad – La actividad educativa de la escuela permite al alumno realizarse plenamente, En tal sentido, esta influye de manera definitiva sobre la personalidad que formará el alumno a partir de la filosofía y del modelo educativo recibido.

  • En términos sencillos, una parte de la personalidad se forma en la escuela.
  • Allí el niño adquiere elementos constructivos de su patrón de comportamiento, forma de pensar, sentir y actuar.
  • Tal marca distintiva lo caracterizará a lo largo de la vida.
  • Nos referimos a una parte de la personalidad porque en el desarrollo de muchos rasgos también intervienen otros factores.

Hablamos de la familia y sus patrones de refuerzo, la carga genética y el medio cultural, por resaltar algunos. De manera que la personalidad es la suma de varios componentes, donde escuela y familia deben coincidir de forma sinérgica. ¿Habías pensado cuán importante resulta elegir la mejor escuela para construir el carácter de tu hijo?

¿Cómo influye la escuela en la personalidad de la persona?

En la escuela se producen intercambios humanos intencionados al aprendizaje de nuevos conocimientos, al desarrollo de competencias cognitivas, socio- afectivas, comunicativas, etc. y a la construcción de la identidad de los sujetos como individuos y de la escuela como comunidad que convoca y genera adhesión.

¿Qué es lo que influye para formar nuestra personalidad?

Factores determinantes de la personalidad – Existen varios factores que son determinantes en nuestra personalidad, como: la herencia, el afecto, la nutrición, la salud física, el desarrollo neuropsicológico, el ambiente y el aprendizaje. Según Hans J. De Que Manera Contribuye La Escuela En La Conformacion De La Personalidad Del Niño Cuando hablamos de carácter nos referimos a aquellas características en las que tiene un mayor peso la influencia del ambiente, es decir, el aprendizaje. Es adquirido, ligado a factores educativos y culturales. Sin él nos sería imposible interiorizar las normas sociales y nuestro ajuste voluntario.

  • Se le puede educar, claro está que con trabajo personal.
  • Respecto al temperamento, es la base biológica del carácter, nos viene dada, es nuestro comportamiento afectivo (en gran parte resultado de la suma de procesos químicos del cerebro).
  • Recientes estudios informan cuáles son los genes que influyen en nuestra personalidad,

Y, finalmente, la inteligencia, que hace referencia a nuestro comportamiento cognitivo, formada por algunas variables como la atención, la capacidad de observación, la memoria, el aprendizaje y las habilidades para socializarse. Cuando hablamos del desarrollo de la personalidad debemos tener en consideración dos conceptos: genotipo y fenotipo.

  1. El primero se refiere a las potencialidades que tenemos debido a nuestra constitución biológica, es decir, lo que podríamos o deberíamos ser y está determinado por la herencia y el desarrollo neuropsicológico.
  2. El segundo hace referencia a la manifestación conductual de nuestra personalidad, es decir, lo que hacemos y cómo lo mostramos, y está determinado por el genotipo y por los procesos de aprendizaje a lo largo de nuestra vida.

Ambos desempeñan un rol fundamental para el desarrollo de nuestra personalidad. En conclusión, nacemos con ciertas características propias, que con el paso del tiempo y con un conjunto de factores como son el origen ambiental, la cultura, la familia, la educación recibida, etc., se van desarrollando y definiendo, estructurando y cambiando con el paso de los años. De Que Manera Contribuye La Escuela En La Conformacion De La Personalidad Del Niño Como hemos visto, nuestro comportamiento se muestra, en cierta manera, consistente con el tiempo, con lo cual podríamos concebir los rasgos como agrupaciones de conductas específicas que se presentan habitualmente. Un rasgo de personalidad contiene las características de estabilidad y durabilidad y en esto se diferencia de un estado, que es una situación puntual, con un inicio y fin.

Por ejemplo, es muy distinto que estemos nerviosos porque mañana presentamos un examen, hayamos tomado mucho café o hayamos discutido, a que seamos nerviosos. Es muy importante tener esto presente, ser específicos, de hecho muchas terapias trabajan en esa diferenciación. Cuántas veces habrás escuchado que te llamen apático, enojón, nervioso, antisocial, alma de la fiesta en función de una situación específica.

¿A qué es molesto? Las personas nos asemejamos o diferenciamos no en función de nuestros estados, sino dependiendo de nuestros rasgos. Hay una inmensa, pero inmensa cantidad (egocentrismo, impulsividad, ansioso, dominantes, emotivos). Mira la investigación original donde en 1936, Allport y Odbert encontraron hasta 17953 rasgos.

  • Como comprenderás, el trabajo de los psicólogos sería imposible y es por ello que desde el punto de vista moderno de las teorías de la personalidad se establecen los tipos o dimensiones.
  • Los rasgos no son independientes, en realidad se relacionan entre sí en mayor o menor medida y esta relación puede cuantificarse mediante un índice estadístico llamado correlación.

Este tipo de relación entre los rasgos hace posible su agrupación en entidades superiores llamadas tipos o dimensiones. Así, por ejemplo, tenemos tipos como el de la extraversión, que englobaría rasgos de sociabilidad, vitalidad, actividad, dominancia, búsqueda de emociones, etc.

Es importante no concebir estos tipos de manera dicotómica (extraversión-intraversión) sino en un continuo o grado, en función de la medida en que poseemos los distintos rasgos que constituyen ese tipo en concreto. Antes de pasar a las teorías y modelos, me gustaría que echaras un vistazo a una recopilación de investigaciones recientes sobre el uso de nuestros datos (edad, intereses, likes, etc.) que ayudan a empresas importantes (concretamente facebook) a serlo, en gran parte gracias al perfil que se forman de nosotros y cómo influye en nuestra conducta.

Es impresionante.

¿Qué define la personalidad de un niño?

La personalidad de los niños es un conjunto de cualidades psicológicas y físicas para reaccionar ante el ambiente que los rodea. Si buscas fortalecer la de tu hijo, los momentos de ocio son vitales.

¿Como la infancia influye en la personalidad?

El desarrollo de la personalidad durante la infancia – Escuela Infantil El Manzano Want create site? Find and plugins. Desde el mismo momento de la concepción, el niño cuenta con una carga genética que hereda de los progenitores y determina como serán las características psico-orgánicas, y también transmite algunas peculiaridades que forman la estructura de su futura personalidad.

Estos factores genéticos o heredados hacen que cada niño reaccione de forma distinta en su contacto con el ambiente que le rodea, es decir, que disponga de su propio temperamento.La personalidad futura es el resultado del temperamento y las acciones educativas que reciba de los adultos (padre, madre, hermanos, abuelos, maestros, etc.) y de las relaciones que establezca.

El niño irá creando una conducta en función de las reacciones que los adultos tengan ante sus comportamientos y de las diferentes experiencias que vaya acumulando. Progresivamente, recibirá un aprendizaje del comportamiento preestablecido por la cultura del grupo social en que vive.

El desarrollo de su conducta será diferente al del resto de los niños de su mismo grupo social porque las diferencias biológicas le harán reaccionar de modo distinto ante el aprendizaje social y sus características individuales (salud, enfermedades, número de hermanos, lugar que ocupa entre ellos, separaciones temporales de la familia, escolarización temprana o tardía, etc.) interactuarán con su temperamento.

Comportamientos positivos El niño desarrolla el aprendizaje de la conducta repitiendo los comportamientos que reciben la atención o la aprobación de los adultos, y descartando aquellos en los que fracasa la atención y la aprobación. Aquí radica la importancia que adquiere la actuación por parte de los padres, reforzando los comportamientos positivos y mostrando desaprobación, en muchos casos indiferencia, ante los negativos.

Si el niño recibe mayor número de aprobaciones, desarrollará realizaciones con seguridad y confianza aunque presenten cierto grado de dificultad porque su autoestima se verá reforzada. Sin embargo, si su comportamiento produce desaprobaciones continuadas, el niño será incapaz de consolidar una mínima autovaloración y autoconfianza.

Otros comportamientos que el niño adopta son aprendidos por imitación, observando a los demás y las consecuencias de sus comportamientos. Si los padres desean que el niño desarrolle una conducta adecuada, es necesario que le proporcionen modelos de comportamiento positivo a su alrededor.

Responsabilidades de los padres Una de las responsabilidades principales de los padres es aceptar al niño tal y como es, ofreciendo una atmósfera social y una forma de relación que sean favorables para el completo desarrollo de su personalidad.Procurando un contacto feliz con un universo físico, psíquico, emocional y social más rico, se favorece la eclosión de personalidades abiertas, emprendedoras, atrevidas, que se sientan en plena armonía con el mundo que les rodea.Autor: Asociación Mundial de Educadores Infantiles

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¿Dónde desarrolla el niño su personalidad?

https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v4i16.130 INVESTIGACIONES Caracterización general y evolución de la personalidad en la primera infancia General characterization and personality evolution in early childhood Caracterização geral e evolu çã o da personalidade na primeira infância Charly Marlene Valarezo Encalada 1, Sonia Zhadira Celi Rojas 2, Diana Belén Rodríguez Guerrero 3 Viviana Catherine Sánchez Gahona 4 1 Universidad Nacional de Educación, Ecuador [email protected] 2 Universidad Nacional de Educación, Ecuador [email protected] 3 Universidad Nacional de Educación, Ecuador [email protected] 4 Universidad Nacional de Educación, Ecuador [email protected] Recibido 11 de octubre 2020 | Arbitrado y aceptado 28 de noviembre 2020 | Publicado en diciembre 2020 Resumen Este artículo destaca el análisis de las diferentes posiciones teóricas relacionadas al desarrollo de la personalidad, las principales características evolutivas entorno a la misma y su influencia en la vida socio afectivo, sin dejar de lado la influencia que tiene el contexto familiar.

  • El objetivo que demanda interés es caracterizar la evolución socioafectiva del niño de 0 a 6 años como un componente básico de la personalidad.
  • Se utilizó el método descriptivo, y el analítico sintético para el análisis de las unidades de estudio.
  • Se concluyó que la personalidad será el resultado del temperamento y las acciones socio educativas que reciba de los adultos más cercanos que lo rodean, su influencia favorece o no su desarrollo sano.

De tal manera que, las conductas se irán consolidando en función de las reacciones o estímulos que la familia manifieste ante su comportamiento y de las diferentes experiencias que vaya acumulando. Palabras clave: Desarrollo de la personalidad; primera infancia; socio afectividad, familia Abstract This article highlights the analysis of the different theoretical positions related to the development of the personality, the main evolutionary characteristics around it and its influence on socio-affective life, without neglecting the influence of the family context The objective that demands interest is to characterize the socio-affective evolution of the child from 0 to 6 years oíd as a basic component of the personality.

The descriptive method and the synthetic analytical one were used for the analysis of the study units. It was concluded that the personality will be the result of the temperament and the socio-educational actions that it receives from the closest adults that surround it, its influence favors or not its healthy development In such a way that, the behaviors will be Consolidated according to the reactions or stimuli that the family shows to their behavior and the different experiences that they accumulate.

Keywords: Personality development; early childhood; social affectivity, family Resumo Este artigo destaca a análise das diferentes posições teóricas relacionadas ao desenvolvimento da personalidade, as principáis características evolutivas ao seu redor e sua influência na vida socioafetiva, sem descurar a influencia do contexto familiar.

O objetivo que demanda interesse é caracterizar a evolução socioafetiva da criança de 0 a 6 anos como componente básico da personalidade. O método descritivo e o analítico sintético foram utilizados para a análise das unidades de estudo. Concluiu-se que a personalidade será fruto do temperamento e das ações socioeducativas que recebe dos adultos mais próximos que a cercam, sua influência favorece ou não o seu desenvolvimento saudável.

De forma que, os comportamentos serão consolidados de acordó com as reações ou estímulos que a familia apresenta ao seu comportamento e as diferentes experiencias que acumula. Palavras-Chave: Desenvolvimento da personalidade; primeira infância; afetividade social, familia INTRODUCCIÓN El anhelo de estudiar la personalidad, se remonta a épocas pasadas y se mantiene en intereses actuales; se habla continuamente de la necesidad de educar la personalidad del Eniño.

Sin embargo, esto implica un elevado ideal, las continuas variantes en las condiciones de vida a las que los infantes están expuestos, afectan principalmente la formación de ésta. En consecuencia, esta investigación resalta la caracterización de la evolución socio afectiva del niño de 0 a 6 años como un componente básico de la personalidad.

Se aborda entonces, una explicación desde los factores que influyen en el desarrollo de la misma a partir de las edades tempranas. El desarrollo de la personalidad obedece a varios factores, uno de éstos puede estar direccionado en el momento de la concepción cuando las células del niño reciben información.

  • Proceso que se va solidificando en el nacimiento cuando entra en contacto con el entorno y se consolida con las bases socio afectivas que recibe de su contexto inmediato.
  • En definitiva, el individuo se ve influenciado por factores endógenos y exógenos.
  • El contexto familiar es primordial para el desarrollo, aquí se forjan los primeros vínculos afectivos que sentarán las bases para una vida emocional equilibrada.

Además, es la mediadora de las experiencias de aprendizaje del niño, es responsable de la seguridad emocional y de la construcción de sus creencias, valores, fortalecimiento de su autoestima, apoyando el desarrollo del sistema de pensamiento y toma de decisiones.

La familia también interviene en el proceso de educación del niño inicialmente con el ejemplo, con las vivencias propias dentro del hogar y luego en la inserción al sistema educativo formal. Otro de los factores influyentes en la edad temprana es el medio social, ya que permite afianzar el aprendizaje y mejorar las áreas de desarrollo.

Sumando, es un aspecto determinante para que una persona pueda desarrollarse de manera íntegra y correcta en la sociedad (Quezada, 2018). Por lo tanto, la socialización es uno de los elementos significativos porque le permite al niño adquirir estrategias y habilidades sociales en su entorno familiar para proyectarlas en otros contextos.

  1. Este hecho permite al sujeto tomar decisiones oportunas y comprender distintos factores característicos de la etapa que atraviesa, para ello será necesario la atención en la primera infancia donde se consolidan las bases de la personalidad.
  2. El estudio del desarrollo de la personalidad es un tema de gran relevancia, porque permite entender cómo es su formación y los factores que la afectan, lo que pone a manifiesto que en tal proceso no existen patrones únicos y permanentes, además, el análisis de las experiencias tempranas, los procesos de identificación con sus figuras parentales, la forma en la que va resolviendo los conflictos propios del desarrollo, permite profundizar y sustentar el presente estudio.

Se analiza las características, factores, teorías y elementos básicos de la personalidad; desarrollo de la personalidad; y el rol de la familia como principal agente de socialización. MÉTODO El trabajo propuesto se enmarca en el nivel de una revisión descriptiva, puesto que «proporciona al lector una puesta al día sobre conceptos útiles en áreas en constante evolución» (Guirao-Goris, Olmedo Salas y Ferrer Ferrandis, 2008, p.6).

Y en el campo de la educación inicial tener información de primera mano, brinda al docente la oportunidad de reflexionar sobre los hitos de desarrollo del infante. Específicamente en el tema de estudio, en comprender cómo los vínculos afectivos y sociales van a configurar la base del desarrollo de la personalidad de los niños.

Atendiendo al objetivo de este trabajo (Caracterizar la evolución socio afectiva del niño de 0 a 6 años como un componente básico de la personalidad), se estableció que la categoría de análisis se apoya en las siguientes preguntas de investigación: ¿Qué se conoce sobre el desarrollo de la personalidad en la primera infancia?, ¿A qué hace referencia el desarrollo socio afectivo en la primera infancia? y ¿Cuál es el rol de la familia como principal agente de socialización? Esto permitió profundizar crítica y reflexivamente en el tema de interés.

  • El proceso de indagación se cimenta en la búsqueda de publicaciones indexadas en bases de datos electrónicos, tales como el buscador académico Google Scholar; la plataforma digital Web of Science; Redalyc; Scielo; y otras bases de datos especializadas en educación.
  • Se utilizaron los siguientes descriptores: «caracterización socio afectiva», «primera infancia», «evolución de la personalidad» y «agentes de socialización».

Posterior a la revisión para dar sentido, profundidad y secuencialidad en el abordaje del tema, se definieron cinco aspectos de análisis: características y factores en la formación de la personalidad; diferentes posiciones teóricas; desarrollo de la personalidad en la niñez temprana; elementos básicos de la personalidad; y el rol de la familia como principal agente de socialización.

  1. El período de búsqueda documental se estableció a 10 años, es decir, publicaciones desde 2010 hasta 2020, considerando que en la actualidad los aportes a la comunidad científica se actualizan constantemente.
  2. En el proceso de exploración y selección para el análisis cualitativo se revisaron alrededor de 61 artículos, de los cuales fueron considerados 34 para el presente estudio.

Se siguió las orientaciones de la declaración PRISMA (Liberati, 2009), cuyo propósito fue garantizar la trasparencia y claridad en la depuración de la información, descartando los artículos que no contenían información suficientemente relacionada con el objetivo de la investigación.

RESULTADOS La personalidad ha sido desde siempre un objeto de estudio para muchos autores hasta la actualidad, siendo importante señalar la subjetividad conceptual debido a la perspectiva o inclinación teórica de cada autor. El concepto que se tomará como referente para el presente artículo es: «La personalidad es la estructura dinámica que tiene un individuo en particular; se compone de características psicológicas, conductuales, emocionales y sociales» (Seelbach, 2013, p.9).

Reconociendo que el proceso de construcción de la personalidad no es un suceso con características puntuales y tampoco se lo puede generalizar a todos los niños de la misma forma, esto responde a un desarrollo evolutivo sistemático. Es importante señalar, que en la actualidad existe controversia sobre la formación de la personalidad, unos autores consideran que está formada a partir de una base genética y por otra parte ambiental, fenómeno que ocurre en los primeros años de vida; para otros, la personalidad se va formando a través del ciclo vital extendiéndose desde la infancia hasta los treinta años de edad, momento estable del ser humano.

Sin embargo, existen autores que aducen que la personalidad es flexible y sigue evolucionando a lo largo de la vida adulta (Caballo, Salazar e Irurtria, 2011). Al respecto Romero (2002), comenta que «los rasgos de personalidad son el resultado de factores complejos y de múltiples interacciones de elementos genéticos, neuropsicológicos y neuroquímicos con manifestaciones conductuales y manifestaciones sociales» (p.140).

Se suma a este criterio Moran, Fínez y Fernández-Abascal (2017), quienes señalan que los rasgos de personalidad son el producto de la interacción de la herencia con el ambiente, mismos que ejercen su influencia en la estructura de la personalidad y en el curso de futuros aprendizajes.

  • No se puede definir con total seguridad que los elementos citados tengan mayor relevancia uno del otro, ya que desde una mirada biologista, posibilita comprender ciertos criterios, pero por otro lado resulta una limitante para el individuo, la cultura y sociedad.
  • Además, desde la concepción genética no se ha comprobado científicamente que los genes influyen en los componentes afectivos, cognitivos y conductuales de los individuos, aún es tema de estudio y controversia entre muchos autores.
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En la formación de la personalidad, Tintaya (2019) cita los siguientes factores: • Factores genéticos: características innatas con ciertas disposiciones físicas donde se estructura la personalidad. • Factores ambientales: experiencias vividas que se generan gracias al medio ambiente, con influencia en el desarrollo psicológico.

  1. • Factores de determinación: difiere de los anteriores y se refiere al poder creativo del sujeto, en el que predomina la capacidad de autodeterminación del ser humano, con funciones autorreguladoras.
  2. Atiende las necesidades, aspiraciones que dan sentido a su vida, potencializando la misma.
  3. Por su parte, Carrillo Siles (2009) sugiere que en la formación de la personalidad intervienen cuatro tipos de factores.

El primero hace referencia a la herencia como una constitución física y una dotación genética. El segundo hace alusión al ambiente, en el que se proporciona significado a los estímulos que provienen del mundo exterior. El tercero son las expresiones de carácter psicológico, en donde se da atención a los aspectos afectivos y sociales y, finalmente, los valores que son inculcados desde etapas tempranas, convirtiéndose en reglas de conducta temprana que determinan el comportamiento.

Para Simkin y Azzollini (2015), siguiendo los postulados de McCrae y Costa (2012), «los individuos reaccionan al ambiente a partir de patrones de pensamientos, sentimientos y conductas consistentes con sus rasgos de personalidad, modelando estructuras psicológicas que guían el comportamiento: hábitos, valores, planes, habilidades, esquemas y relaciones, denominadas características adaptativas» (p.343).

En referencia a nuestra población de estudio que es la infancia, y apoyados en los estudios científicos, podemos aseverar que la formación de la personalidad se genera a través de una conjugación de elementos que van dando sentido y originalidad a cada ser humano.

  1. Por lo tanto, contribuyen a la construcción del temperamento y carácter.
  2. Diferentes posiciones teóricas Craig (2009) enumera tres teorías que estudian el desarrollo de la personalidad en la infancia.
  3. Teorías psicodinámicas.
  4. El niño experimenta una serie de emociones y sentimientos, positivos y negativos, por ende, la importancia en la adquisición de mecanismos reguladores aceptables y las normas sociales le facultan de medios para expresarse y comportarse siendo consciente entre lo que se desea y lo que puede hacer.

Conforme va creciendo debe ir aprendiendo a superar conflictos acordes con su desarrollo. La necesidad de autonomía, a partir de la relación con las figuras de autoridad, surge de la necesidad de realizar las cosas por sí solo para sentirse competente y exitoso en su entorno físico y social.

  • El asumir estos retos oportunamente librará al niño de futuros problemas.
  • Teorías del aprendizaje social: el comportamiento está influenciado por el ambiente y las interacciones sociales en las que el niño obtiene información en relación con los modelos de roles a los que tiene acceso, lo que determina rasgos en la formación de la personalidad, «el repertorio social del preescolar se ve profundamente influido por el juego y por otras interacciones con los compañeros este sin duda mejora sus habilidades sociales, pues les permite que se ejerciten en sus relaciones con los demás» (p.167).

Sin duda el juego en su entorno escolar constituye una influencia predominante en la construcción de su imagen. Erikson, recogiendo algunas ideas de Freud, propone la necesidad de establecer relaciones sociales del ser humano. De esta manera, mantiene que el desarrollo humano se produce por estadios psicosociales, en donde es vital la vinculación con otras personas.

  1. Durante el primer año de vida, el niño necesita desarrollar el sentimiento de confianza basado en el cuidado físico que le es conferido por sus padres, en donde comienza a descubrir su propia identidad y, por lo tanto, sus propios comportamientos.
  2. Este primer estadio es fundamental para el desarrollo del segundo.

Si el niño ha experimentado confianza y ha tenido límites seguros y adecuados desarrolla su independencia y autonomía, en efecto podrá reafirmar tales características a lo largo de los siguientes estadios de desarrollo. Bowlby (1973) por su parte, defiende desde el inicio la necesidad del contacto social que tenemos los individuos desde el nacimiento hasta la vejez.

Señala que desde que nacemos tenemos necesidades primarias de socialización y afectividad y que, además, ésta es correspondida adecuadamente por los cuidadores adultos. Teorías cognitivas. El niño acorde con su evolución física y emocional va adquiriendo el concepto del yo. El desarrollo de su personalidad puede estar influenciado por factores determinantes como las habilidades cognitivas que le permiten asimilar, comprender, descubrir y optar por conductas y autorregularlas de acuerdo con el bagaje de experiencias acumuladas de juicios internos y externos que influyen para crear pautas globales de comportamiento que sean apropiados a su individualidad, familia y cultura.

De acuerdo a Montano, Palacios y Gantiva (2009), existe también: Teoría fenomenológica de la personalidad. esta teoría tiene como perspectiva fundamental que el ser humano no debe ser comprendido como resultado de conflictos ocultos e inconscientes, debe ser visto desde un enfoque de motivación positiva y que de acuerdo a su evolución logrará un funcionamiento a niveles superiores como agente responsable de sus actos y por lo tanto de las consecuencias producto de estos.

  1. Teoría de los rasgos.
  2. Hace referencia al individuo y sus características particulares como son: el temperamento, la adaptación, la labilidad emocional y los valores que le permiten al individuo girar en torno a una característica en particular (Engel, 1996).
  3. Raymond Cattel, figura importante en relación a esta teoría propuso una clasificación de los rasgos: a) comunes (propios de todas las personas) contra únicos (son característicos del individuo); b) superficiales (fáciles de observar) contra fuentes (solo pueden ser descubiertos mediante análisis factorial); c) constitucionales (dependen de la herencia), contra moldeados por el ambiente (dependen del entorno); d) los dinámicos (motivan a la persona hacia la meta), contra habilidad (capacidad para alcanzar la meta), contra temperamento (aspectos emocionales de la actividad dirigida hacia la meta) (Aiken, 2003).

Teoría conductual de la personalidad. El enfoque conductual de la personalidad hace énfasis en la especificidad situacional restándole importancia a las manifestaciones internas (Pervin y Jhon, 1998). Skinner determina que la conducta es producto específico del ambiente a través de estímulos que actúan como reforzadores que propiciarán la incidencia conductual.

  1. Siendo que, «la personalidad permite conocer de forma aproximada los motivos que llevan a un individuo a actuar, sentir, pensar y desenvolverse en un medio; está compuesta de características psicológicas, conductuales, emocionales y sociales» (González, 2013, p.13).
  2. Configurándose por dos componentes o factores: el temperamento y el carácter: (González, 2013).

Temperamento: es un componente de la personalidad que determina, de alguna manera, ciertas características de cognición, comportamiento y emociones. Carácter: son las características de la personalidad que son aprendidas en el medio, por ejemplo, los sentimientos son innatos, es decir, se nace con ellos, pero la manera en cómo se expresan forma parte del carácter.

  1. Las normas sociales, los comportamientos y el lenguaje, son solo algunos componentes del carácter que constituyen a la personalidad.
  2. De esta manera «desde el inicio cada uno muestra una personalidad distinta: la mezcla de emociones temperamento, pensamiento y conducta, hace única a cada persona» (Papalia, Feldman, y Martorell, 2012, p.174).

Desarrollo de la personalidad en la niñez temprana La construcción continua de la personalidad, más allá de formar al individuo, le establece un patrón de vida inicialmente guiado por los padres durante los primeros años de vida hasta que logre su autonomía, es entonces cuando cada ser humano empieza a escribir su propia historia basado en esos procesos adquiridos inicialmente.

De 0 a 12 meses: En esta etapa existe un factor determinante en el desarrollo del niño que es el apego, la capacidad de aprender, de buscar estímulos, y vínculos afectivos desde el propio nacimiento, y el rol que cumple la lactancia es preponderante, ya que su aporte en seguridad, independencia y estabilidad emocional es indiscutible.

El papel que desempeña el adulto o figura significativa es demandante, sus niveles de interpretación sobrepasan barreras, donde, el niño depende en su totalidad para satisfacer sus necesidades básicas tanto fisiológicas como afectivas. Se inicia una etapa importante de descubrimiento, de a poco aumenta su independencia y las ganas de explorar todo lo que le rodea, es decir, se inicia un despertar sensorial que favorece el desarrollo cognitivo del niño.

  • De 1 a 3 años: El niño en esta etapa desarrolla un mayor sentido de autocontrol sobre su entorno.
  • El apoyo de los agentes de socialización, en especial de la familia, permite al niño desarrollar la confianza en sí mismo y la autoestima gracias a las manifestaciones de amor y de reconocimiento que colman sus necesidades básicas: afecto, aceptación y seguridad.

Los niños que completen con éxito esta etapa se sienten seguros y confiados, mientras que los que no, se quedan con un sentimiento de incapacidad y falta de confianza. El propósito de una paternidad efectiva se basa en la comunicación, los afectos, la instauración de normas y reglas, establecer límites, la estimulación de cada una de sus dimensiones, brindar apoyo permanente, fomentar el sentido de pertenencia y el acompañamiento permanente.

  1. En determinado momento el desarrollo social y cognitivo permite al niño descubrir diversas aristas de las múltiples inteligencias, por ejemplo, la expresión artística, musical, verbal, Ínter e intra personal, entre otras, lo que le permite manejar de forma adecuada sus emociones.
  2. De 4 a 6 años: Para Altajeros (2004), en la función familiar como agente de crianza y socialización, permite que los hijos desarrollen un proyecto de vida que abarca todos los ámbitos de su desarrollo.

En lo que respecta a la función afectiva, los padres expresan sentimientos, generan autoestima, y seguridad. Además de la afectividad comparten actividades en el hogar, se fortalece la comunicación abierta y clara, asumen errores y responsabilidades de las decisiones tomadas.

Linares, (2009) afirma que: Para esta etapa, el desarrollo que se tiene en la niñez les permite tener la capacidad de recordar imágenes y poder codificar sus experiencias en símbolos, por tal motivo es que se recomienda el uso del juego simbólico, ya que «favorece el desarrollo del lenguaje, así como las habilidades cognoscitivas y sociales (P- 27).

Es decir, si se juega en la modalidad simbólica, ya sea de manera grupal o no, el niño siempre aportará la experiencia que ha adquirido, expresando su realidad interna, como se observa, el juego simbólico permite que el niño refleje el sentido propio que tiene acerca de la realidad.

Para el niño resulta necesario adaptarse a un mundo que es inminentemente social y, siendo el mismo altamente complejo, son diversas las posibilidades que permite el estímulo sensorial, cognitivo y afectivo adecuado, ya que entre tantos aportes encontramos que le ayuda a crear un mundo propio en el que se va familiarizando de a poco con reglas e intereses que le resultan desconocidos.

Elementos básicos de la personalidad Desde la misma concepción se va construyendo la vida afectiva del ser humano, el primer año de vida es la etapa donde el afecto es totalmente decisivo para el adecuado desarrollo de la personalidad, pero en los años subsecuentes también.

  1. Cuando hablamos de desarrollo afectivo y social es importante entender que, en los niños de 0 a 6 años, ambos, están muy unidos y a veces es complicado distinguir lo que pertenece a uno y a otro.
  2. Esto se va a ir configurando en función de las variables o los factores internos de cada niño y de los externos, que modulan a los anteriores (Arce, 2015).

En esta etapa los niños son más sensibles a los pequeños acontecimientos, lo que les provoca cambios bruscos de humor y experimentan diferentes emociones, algunas muy cambiantes; predominan las emociones sobre los sentimientos, los estados emocionales son más intensos, pero al mismo tiempo más rápidos y menos profundos que los de los adultos (Soler, 2016).

  • De acuerdo con Papalia, Feldman y Martorell (2012) argumentaron que M.
  • Lewis (2000), las emociones empiezan a desarrollarse durante la infancia, caracterizadas por las reacciones frente a los estímulos, siendo un elemento básico de la personalidad.
  • Por consiguiente, el desarrollo emocional es un proceso ordenado que despliega una serie de emociones complejas a partir de otras más simples.

Durante los primeros años de vida, el niño aprenderá a manifestar sus propias emociones, a recibir las de los demás, y a responder ante ellas tratando de controlar las suyas propias. La manera como reaccione emocionalmente y cómo construya estos aprendizajes influirá en su bienestar y en su calidad de vida (Heras, 2016).

Por lo tanto, Muris (2014) y Stipek (1992) argumentan que «para experimentar emociones autoconscientes es necesario cierto desarrollo moral, siendo importante que los niños comprendan las reglas y normas que determinan cuáles son los comportamientos sociales que se consideran apropiados» (Tena, 2018, p.50).

Dentro de este contexto, la confianza es una necesidad emocional que se expresa de forma racional y que nos permite relacionarnos con los demás y que, además, identifica nuestros valores. Pero, ¿a partir de qué se desarrolla esto? Según la primera etapa de desarrollo propuesta por Erikson «confianza frente a la desconfianza», depende del vínculo que haya establecido el bebé con su madre (Regader, 2018).

  1. Si predomina la confianza, los niños desarrollan la virtud de la esperanza, mientras que, si predomina la desconfianza, los niños verán al mundo como un lugar poco amistoso e impredecible (Papalia, Feldman y Martorell, 2012).
  2. El permitir a un niño desde tempranas edades realizar sus propias elecciones en cuestiones sencillas pero trascendentales para él, como escoger qué ropa ponerse, o qué juguetes usar, o qué colores prefiere; es lograr que aprendan a gestionar sus emociones, su forma de actuar y descubrir pasiones (Valdez Ulloa, 2017).

Según Erikson, los niños al poder completar tareas por sí mismos con éxito, obtienen un sentido de independencia y autonomía, esto representa que poco a poco hagan frente a sus dudas y aprendan a resolver conflictos. Quienes completan esta etapa con gozo suelen contar con una autoestima sana y fuerte, mientras que los que no lo hacen suelen quedarse con una sensación de inestabilidad (Rodríguez, 2018).

  • En consecuencia, otro de los elementos básicos de la personalidad es la autoestima, constituyéndose en la conciencia de una persona de su propio valor.
  • Dependiendo de su grado, se establecerá la calidad de relaciones sociales y afectivas, dando paso al sentimiento de felicidad.
  • Cuando un niño construye una autoestima saludable se siente competente, seguro y valioso, al contrario, el niño con una baja autoestima no confiará en sus propias posibilidades ni en las de los demás (Guiainfantil, 2018).

Sin embargo, la autoestima en los niños no se basa necesariamente en la realidad, más bien tienden a aceptar juicios de los adultos. Además, en la niñez temprana la autoestima tiende a ser dicotómica, es decir, de todo o nada «soy bueno» o «soy malo» (Papalia, Feldman, y Martorell, 2012).

  • La etapa de la iniciativa a la culpa se da en la edad del juego.
  • Cuando el niño desarrolla su imaginación, comprende mejor y hace preguntas constantemente, lo que le proporciona un sentimiento de iniciativa que constituye el sentido de ambición y propósito (Zapata, y Alvear, 2015).
  • Entonces, cuando los niños descubren sentimientos contradictorios, entre lo que quieren hacer y la aprobación social son capaces de autorregularse, perseguir propósitos y metas sin inhibirse demasiado por los sentimientos de culpa y el temor al castigo (Botempone Silva, Flores y Ramírez, 2012).

Muñoz, L.M. (2017) citó a Kopp (1982) quien argumentó que, «El proceso de desarrollo de la autorregulación comienza desde el nacimiento, siguiendo distintas fases, hasta lograr un nivel de autorregulación más flexible que le permite al infante enfrentar contextos cambiantes, alrededor de los tres años de edad» (p.809).

  • Inicialmente guiada por los cuidadores principales que tiene el niño, quienes ocupan un rol central y, quienes además son los primeros referentes de vínculo afectivo fuerte que tiene el niño (Kim, yPage, 2013).
  • Haciendo referencia a la importancia que tiene el vínculo afectivo, resulta necesario enfatizar en el apego como agente transformador de la personalidad en las diferentes etapas evolutivas.

Bowlby (1973), lo define como «cualquier forma de conducta que tiene como resultado el que una persona obtenga o retenga la proximidad de otro individuo diferenciado y preferido, que suele concebirse como más fuerte y/o más sabio» (p.122). A partir de la cual el bebé o el niño siente la seguridad necesaria para explorar y dominar su entorno, en las situaciones en las que no hay amenaza, la conducta del niño mayormente estará dedicada a la exploración de su medio externo.

  • Cuando el niño se encuentra ante una situación amenazante buscará a su cuidador, quien es el proveedor de seguridad.
  • La búsqueda de la proximidad, la base segura y el refugio seguro son los tres rasgos definitorios y las tres funciones, de una relación de apego (Dávila, 2015).
  • La familia como principal agente de socialización El rol socializador de la familia está caracterizado por las funciones asistenciales, educativas y adaptativas, que contribuyen al desarrollo personal del ser humano, ésta función socializadora posee relevancia en la infancia, momento que requiere de protección, garantía de derechos, sostén emocional y social.
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Para Márquez, y Gaeta (2017) el contexto familiar es significativo en la atención, con mayor énfasis en los primeros años de vida, puesto que, la familia es la primera red de apoyo y escenario donde debe promoverse un ambiente sano para el desarrollo personal y social del individuo (Cardona, y otros, 2015).

«Las interacciones sociales que se desarrollan en este espacio formativo, ayudan a los niños y niñas a comprenderse a sí mismos y a sus semejantes sociales como sujetos sociales e históricos, como productores de cultura; así, dan la oportunidad a la construcción de la base inicial para la vivencia efectiva de su ciudadanía» (Finco, 2015 p.89).

El ser humano es socialmente activo, siempre que disponga de habilidades que le permitan enfrentarse a los desafíos cotidianos, para poder hacerlo es importante el rol protagónico de la familia, del adulto o cuidador primario, porque favorecen a nivel social y afectivo al individuo.

Es función de la familia preparar a sus integrantes para ocupar roles sociales, control de impulsos, toma de decisiones, resolución de conflictos, cumplimiento de objetivos de desarrollo personal, fortalecimiento de valores, les permitirá convertirse en miembros sociales proactivos (Suárez y Vélez, 2018).

La familia funciona como un sistema biopsicosocial que tiene como objetivo responder a las demandas sociales, como un espacio propicio para la formación de la habilidad para relacionarse con otros, de brindar protección y afecto de tal manera que los padres están asignados al proceso de socialización (Simkin y Becerra, 2013).

Por lo tanto, el papel de la familia en el desarrollo social se sustenta en la garantía de valores, acciones, crianza, afectividad, comunicación y educación, que son la base para el bienestar social del individuo. El estilo parental se relaciona con la competencia emocional y social que se promueve en los hijos, ya que dichas variables están íntimamente relacionadas y son responsables de la adecuada evolución en el resto de ámbitos del desarrollo infantil (Ramírez, Ferrando y Sáenz, 2015).

Por lo tanto, los contextos socioeducativos donde se desarrollan los niños se configuran como espacios y estructuras educativas que favorecen su personalidad (García, Gómez y Trillas, 2016). Trabajar en el desarrollo emocional siempre es un tema de gran utilidad que permite enriquecer a los padres de familia como testimonios de vida y modelos que marcan una identidad personal y social en los hijos.

Paguayy Espinoza (2015, p.22) destacan: «El contexto familiar es importante en la personalidad, y se desarrolla a raíz del proceso de socialización, en la que el niño asimila las actitudes, valores y costumbres de la sociedad». En este marco para determinar el accionar de los padres en el desarrollo emocional de los hijos, se lo evidencia en el aumento de la autoconciencia y equilibrio emocional.

Así lo corrobora Melgosa (2017) al referirse sobre las emociones a través de un funcionamiento cíclico, es decir, que todas las emociones que el niño recibe son útiles para la supervivencia y el adulto está llamado a enseñar desde temprana edad a reconocer las mismas y las consecuencias que acarrea para la persona y los demás, cuando estas son negativas.

El rol fundamental que desempeñan los padres y madres a través de conductas parentales positivas procuran el bienestar de los niños y su desarrollo integral, Los niños y las niñas son competentes y capaces, pero también necesitan protección y orientación que les permita disfrutar de su infancia y posteriormente convertirse en adultos que se desenvuelvan asertivamente en la sociedad.

En el ambiente familiar se va conformando la conducta y el desarrollo de la personalidad en los niños, además, los padres ejercen una influencia poderosa en la vida emocional de los hijos, ya que se gestionan los primeros vínculos afectivos y sociales, los mismos que servirán en la relación personal y con sus pares.

Este enunciado se sustenta con el aporte de Rangel y Valdés (2017, p.105) al considerar que «La familia es la unidad fundamental y primaria donde el ser humano se va haciendo persona, es la primera institución donde descubre las formas básicas de la vida social y en la que aprende a relacionarse con los otros».

Como se viene mencionando, la formación juega un importante papel en el desarrollo de la personalidad del individuo como ser social y forma parte del proceso educativo; por tal razón, la educación se considera un sistema complejo de influencias en el que participa toda la sociedad, donde estas se asumen de manera muy particular y diferente por cada individuo.

La familia como institución educativa debe integrarse a esta formación para que sus miembros se desarrollen en un ambiente armónico (Guevara, Herrera y García, 2014). Es así que los agentes socializadores ejercen influencia a lo largo de los diferentes periodos evolutivos, por lo que se hace necesario un análisis que permita la comprensión de cada una de las etapas por las que atraviesa el individuo en su desarrollo.

En síntesis, el rol de la familia como principal agente de socialización estará perennemente; puesto que, es el espacio en el que se establecen las primeras relaciones formadoras de la personalidad. CONCLUSIONES Las diferentes posiciones teóricas permiten tener una visión en retrospectiva sobre el inicio del estudio científico en relación a la conformación y estructura de la personalidad en la primera infancia, y más aún de las investigaciones y estudios que establecen las diferentes perspectivas conceptuales, teóricas, experimentales y prácticas en relación al desarrollo, características y evolución de las diferentes manifestaciones de la personalidad.

En consecuencia, los investigadores pueden asumir diferentes posiciones de acuerdo a nuestra formación e intereses. La personalidad en la primera infancia se encuentra conformada por conductas, comportamientos, emociones, pensamientos y rasgos de carácter que se irán consolidando a lo largo del ciclo vital.

Es decir, no tiene fin y tampoco es generalizado, se plantea desde un enfoque de individualidad como respuesta a factores internos y externos. Cada niño presenta de acuerdo a su desarrollo socio afectivo características particulares en la formación de su personalidad, que lo distinguirá de los demás e influirá en aspectos relevantes como habilidades sociales, aprendizaje, entre otros.

Las emociones, la confianza, la autonomía, la autoestima y la autorregulación se constituyen como elementos básicos en el desarrollo de la personalidad, y específicamente del temperamento. Mismos que serán el resultado de las acciones socio educativas que reciban los niños de los adultos más cercanos que lo rodean.

Su influencia favorece o no su desarrollo sano, en mayor o menor medida según los recursos personales que posean. De tal manera que, las conductas se irán consolidando en función de las reacciones o estímulos que la familia manifieste ante su comportamiento y de las diferentes experiencias que vaya acumulando.

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¿Qué papel cumple la escuela en la educabilidad y Educatividad del ser humano?

La escuela, junto a la familia, es considerada como uno de los contextos sociales más influyentes para la socialización del ser humano. La transmisión de un saber organizado culturalmente y la socialización e individuación del sujeto, son dos aspectos que cabe destacar Page 12 18 de la misma.

¿Cuál es la importancia del proceso educativo para la construcción de identidad?

Por lo tanto, si la educación participa de la construcción responsable de la identidad, abre puertas al reconocimiento de la diferencia, al espíritu del convivir con el otro ser, a la exploración y afirmación de la pluralidad de lo humano, con lo cual juega un papel importante en el rompimiento de la intolerancia

¿Como desde la escuela se involucra al niño con lo social?

La escuela es concebida como institución socializadora ya que en ella se transmiten pautas sociales y valores que ayudarán al alumno a vivir en grupo e integrarse posteriormente a la sociedad respetando sus normas, leyes y valores.

¿Cómo influye la actividad en el proceso de formación y desarrollo de la personalidad?

Contenido completo: Texto generado a partir de PDf original o archivos en html procedentes de compilaciones, puede contener errores de maquetación/interlineado, y omitir imágenes/tablas. Resumen Atendiendo a la importancia de las transformaciones en el contenido y forma de la Educación Médica actual, se plantean los principios científico-teóricos y psicológicos que asumen que el hombre piensa según vive, lo que influye en la estructura de la personalidad, subordinada como esta está a su actividad social.

Se reconoce que el colectivo es el grupo en que se desarrolla la actividad del futuro profesional médico y se asigna a este el principal papel, garantizado por la actividad, que tomando como vías la instrucción y la enseñanza ha de tributar a la educación, necesidad básica en la formación de los futuros médicos, para que estos posean el humanismo, la ética y la modestia que su profesión requiere.

Introducción Las transformaciones operadas en el contenido y forma de desarrollar la Docencia Médica han resultado una Revolución en el campo de la Educación, que rebasando los límites del país, gracias al impulso constante y creciente dado por nuestro Comandante en Jefe, han alcanzado dimensión continental.

La existencia de un programa para formar profesionales de la Salud de todo el continente y de otros continentes incluso, motivan a reflexiones muy serias en relación a las necesarias influencias educativas que esa formación ha de proporcionar, pues como señalan López Corrales y Pérez(1) la función de la escuela no se reduce a la asimilación de los conocimientos y formación de habilidades, sino a la formación de la personalidad, que como se sabe, no surge como simple resultado de la asimilación de la experiencia social, sino de una compleja interacción de factores internos y externos del desarrollo, por lo que estos autores subrayan «el papel de la educación consiste en la dirección del desarrollo y la formación de la personalidad».

La educación consiste en la construcción de un proceso que garantice el desarrollo de la personalidad, y la enseñanza es el camino más importante de la educación y constituye la vía de acceso a la formación de la personalidad, Teniendo en cuenta la importancia y complejidad del problema, nos proponemos destacar sus principios teóricos, psicológicos y pedagógicos para que se comprenda el papel del colectivo en la formación de la personalidad del futuro profesional de la salud y la importancia de ésta en su educación ética, humanista y solidaria.

Principios teóricos La dirección del proceso de formación de la personalidad supone conocer los principios en que se basa, el contexto socioeconómico en que se produce, pues como lo plantea el Marxismo, el hombre piensa según vive y tocante a ello Lenin puntualizó: El hombre refleja en su psiquis, en su medio interno, la realidad social en que se desarrolla su actividad, de la cual se nutre la formación de su personalidad, asimilando las experiencias que se derivan de su interacción con el medio, con actitudes y patrones del comportamiento.

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Es por eso que la calidad del método educativo tendrá como medida de eficiencia lo que educa y forma la personalidad del educando en su propia actividad. La actividad es por tanto, la fuente de las experiencias cognoscitivas que han de asimilarse para formar las cualidades de la personalidad y que tienen tres componentes comunes íntimamente relacionados: los conocimientos, los motivos y necesidades y los modos de actuar.

  • Los conocimientos se incorporan en la actividad, estimulando los intereses cognoscitivos y creando mayor necesidad de aprender, por lo que el educador tiene la necesidad de lograr el sistema de motivos sociales que orienten la formación de la personalidad de los educandos.
  • En resumen, la educación se vale de la enseñanza y la instrucción, que le son indispensables porque en ellas transcurre la actividad y se completa por su influencia en la formación de la personalidad,

Pero el educador debe valerse de su ejemplo personal como modelo del educando, y esto adquiere en nuestro caso importancia vital. Principios psicológicos Hoy se conoce que los procesos cognitivos, afectivos y volitivos forman la estructura de la personalidad,

  • La voluntad está dada por la existencia de cualidades que surgen en el hombre como resultado de su actividad en el medio social y vienen a caracterizar la regulación consciente de la acción.
  • Durán, López y Cuellar (2) afirman: «la independencia, la decisión, la perseverancia, la disciplina y el autocontrol, son cualidades que deben destacarse en la personalidad bien modelada».

Kostiuk (3) ha demostrado las peculiaridades de los intereses e ideas de los adolescentes, y esa realidad ha de ser tenida en cuenta por el profesor médico. Bozhovich (4) destaca la necesidad del estudiante de determinar su lugar en la vida, de acuerdo con su situación social, la formación de la concepción científica del mundo y el papel de la actividad cognoscitiva en esa etapa.

  1. Cita también a Vigostky que se refirió a esta como una etapa importante en el desarrollo de la conciencia moral, en la segunda fase de la adolescencia, cuando comienza el tránsito por nuestras aulas y servicios el futuro profesional médico que nos hemos comprometido formar.
  2. Como escolar mayor, según Bozhovich, en esta etapa se forma la concepción científica del mundo y la moral del estudiante.

De aquí su importancia en la construcción de la personalidad, Es por eso que consideramos imprescindible tener en cuenta en la educación del futuro médico se incorporen a su personalidad una concepción científica del mundo, de sus relaciones sociales, económicas, políticas, laborales y de su propia posición en el sistema de producción, y que transcurra en un marco de actividades que traduzcan el alto espíritu humanista, la ética y la integralidad que le son propias a la práctica médica en nuestro medio, inspiradas en la herencia martiana, que en su momento nos legó el siguiente principio: «al nacer, todo hombre tiene derecho a que se le eduque y después en pago el deber de contribuir a la educación de los demás».

Papel colectivo «La naturaleza social del hombre se manifiesta de manera objetiva en el hecho de que vive en grupos desde el comienzo mismo de su existencia, e incluso, de que su vida depende de los demás miembros del grupo». Partiendo de esta afirmación Socarrás de la Fuente (5) aborda la influencia del grupo en la formación de la personalidad, considerándolo fundamental.

Marx (6) afirma: «la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es en realidad, el conjunto de las relaciones sociales», y las relaciones sociales del hombre transcurren en dos formas de vida en grupo, La familia y el colectivo. Ambos grupos son de gran significado en la formación de la personalidad, teniendo cada uno de ellos sus propias propiedades y características, pero como sobre la familia no nos toca influir, nos referiremos al colectivo, eslabón fundamental que enlaza al hombre con la sociedad, definido por Petrovki (7) con una interpretación marxista como «grupo de personas que forman parte de la sociedad, unidos por fines comunes de actividad conjunta, subordinada a los fines y objetivos de esta sociedad».

  • Makarenko (8) agrega que el colectivo es posible sólo a condición de que las personas se unan en tareas y actividades evidentemente útiles para la sociedad, y para dicho autor la esencia del colectivo radica en el hecho de que debe tener fines sociales de interés común.
  • Pero como todo hombre al ser persona deviene personalidad, el colectivismo como rasgo debe expresarse en la solidaridad del hombre con los fines del desarrollo de la sociedad (8).

Cada hombre tiene un grupo de referencia, en el cual forma sus convicciones, ideales, criterios, formas de convivencia, ética y estética y al cual tiene luego en alta estima. Para el estudiante, el grupo de referencia debe ser el colectivo de estudio y laboral en que se inserta y según Marx (6) en la producción las personas están en relación no solo con la naturaleza, sino entre sí, unas con otras.

En el proceso enseñanza-aprendizaje de los futuros médicos ocurre algo similar, los vínculos reales que en la actividad se establecen, en el seno del colectivo reflejan las relaciones objetivas del educando con el medio en que se ha de desempeñar, sirviendo de pautas a internalizar para constituir futuros modelos de conducta de su personalidad, que podrá, sobre esa base enriquecerse en el continuo proceso del trabajo socialmente condicionado por su actividad.

La personalidad Para Lucien Seve (9) hay entre las fuerzas productivas y los hombres una relación fundamental, que estos son, la fuerza productiva más importante, la fuerza de trabajo. El hombre tiene conciencia de ese papel e importancia y según Leontiev (10) aparece durante el proceso del trabajo y de las relaciones sociales.

  1. Este autor establece vínculo dialéctico entre la actividad, la conciencia y la personalidad, dando a la actividad el valor de «categoría de estudio», por ser vehiculizadora de conciencia y constituir una «instancia integradora superior que regula los procesos psíquicos».
  2. Según este autor es por eso que James le llama «dueña de las funciones psíquicas» y Alpont «lo que determina la conducta y las ideas».

La herencia y el medio explican la personalidad, Si la herencia no nos es modificable, el medio, con sus sistemas de relaciones sociales determinadas por la actividad, es el área sobre la cual debemos influir con el ejemplo, sobre la formación de la personalidad del futuro profesional de la salud.

La personalidad generada por la actividad, en condiciones sociales concretas y en el caso de nuestros futuros profesionales de la salud, esas condiciones las representan los colectivos de estudiantes, profesores y trabajadores de los policlínicos y hospitales del sistema de salud, que deben inspirarle ante todo confianza y seguridad y darle ejemplos de integralidad, equidad, humanismo y de entrega a su labor, para que estos rasgos se prendan a su sistema de principios como profesional, lo que es solo posible mediante el ejemplo cotidiano, para cumplir el principio marxista de que la personalidad del hombre también «se produce en el proceso del trabajo social».

Formación de la personalidad del futuro profesional de la salud La importancia ya reconocida de la personalidad del profesional médico hay que asociarla al proceso de la formación curricular del mismo, a la etapa en que transita por la Educación Médica Superior, donde el estudio, como actividad fundamental, representa la actividad «productora» de la personalidad,

El profesional medico, en su tránsito por la Educación Médica Superior forma los atributos y características que lo han de distinguir en su vida profesional y ha de obtener de la actividad cotidiana del colectivo las experiencias educativas que le permitan incorporar patrones y asimilar valores que se conviertan en exponentes de su conducta profesional, entre los cuales deben destacarse: el humanismo, la modestia, la flexibilidad, la ecuanimidad, la madurez, la solidaridad, la estoicidad y el pensamiento clínico, como forma particular de operar el pensamiento no propio de otras profesiones.

No creemos que exista una forma particular de personalidad para el médico, pero sí un grupo de atributos o cualidades que le distinguen de otros profesionales y que le son indispensables a los fines de su buen desempeño profesional, porque su papel en la sociedad lo exige así.

La educación surge como necesidad de la sociedad de trasmitir los conocimientos y las experiencias a las nuevas generaciones, Savín (11). En ella la experiencia socio histórica de las generaciones precedentes se transmite a los jóvenes. Para la Pedagogía, el Colectivo es el eslabón fundamental de su organización en la formación del individuo y para la orientación de su desarrollo espiritual, de su preparación para la vida y el trabajo en sociedad, su conducta ética, su desarrollo integral y su preparación para encarar el futuro, con una concepción científica del mundo acorde a los fundamentos que rigen la sociedad en que se forma.

Por eso, el Colectivo en el centro de Educación Médica Superior, debe proporcionarles en la actividad práctica las experiencias emocionales que consolidan los atributos que su personalidad necesita para desempeñarse como médico una vez graduado. Discusión De lo expuesto se infiere que la enseñanza y la instrucción constituyen la actividad fundamental en las cuales se «produce», según la teoría marxista, la personalidad del futuro profesional médico, personalidad que debe moldearse a su paso por la Universidad Médica, pero es preciso destacar que solo la asimilación conciente de las experiencias fácticas se convertirán en actitudes y podrán contribuir al desarrollo de los atributos y características de una personalidad adecuada a la profesión médica, indispensable para su mejor desempeño sobre la base de los valores que le acompañaren en el momento del diagnóstico y el tratamiento (12, 13, 14).

El colectivo constituye el grupo humano por cuyo intermedio la sociedad, mediante la actividad al mismo encomendada, permite servir como ejemplo de modelo social del que han de desprenderse experiencias capaces de influir en la formación de la personalidad en su paso por la Educación Médica, a lo cual las actitudes y patrones de conducta incorporan el elevado espíritu humanista, solidario y ético que proporcionan profesionalidad y gran sensibilidad humana necesarias para la comprensión del problema de salud que ha de enfrentar con altruismo, consagración, desinterés y entrega total al ejercicio de su profesión a favor siempre de la sociedad y del paciente (15).

No pudiendo influir en la formación del futuro profesional de la salud sin una comprensión dialéctico-materialista de la importancia de la actividad del estudiante como fuente de experiencias formativas, se hace necesario reconocer a ese propósito las teorías psicológicas que en su día nos proporcionaron autores de renombre como Addler, Alexander, Berner, From, Hormey, Jung, Gill y klein, no suficientemente comprendidos sin un enfoque dialéctico-materialista, como ahora hacen Kaplan y Sadock (16).

Esa realidad ha elevado la teoría dialéctico-materialista a un plano superior en la pedagogía de la Universidad Médica, sirviendo de fuente de inspiración y guía para la acción de nuestro programa de universalización, que hoy constituye pauta para la concepción científica del mundo y ejemplo capaz de influir en la formación masiva de profesionales con un propósito adecuado al objetivo de demostrar que un «mundo mejor es posible»(17) y que cuanto en favor de la salud se hace contribuye a ello en la medida que los profesionales actúen con el humanismo y la solidaridad que solo una nueva personalidad puede garantizar, influencia a la que la Educación Médica Superior no puede negarse, por ser su encargo social lograrlo, como garantía del desempeño futuro del egresado y cualquier esfuerzo por alcanzarlo será justificado y plausible siempre que se logre la formación de una personalidad ecuánime, flexible, madura y eficiente, impregnada del humanismo, la modestia, solidaridad y ética que de ese nuevo profesional se espera(16, 17, 18).

Que sea a su vez consecuente con la función que le corresponde en la Educación y terapia Familiar(19) y para una correcta incorporación de los postulados sociológicos actuales a la práctica médica(20). Referencias 1. López M, Corrales O, Pérez C. La dirección de la actividad cognoscitiva.

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¿Cómo influye el entorno en la formación de la personalidad?

Cómo nuestro entorno influye en nuestra manera de ser, en nuestros hábitos y nuestra capacidad de disfrutar Como venimos diciendo, somos seres sociales, está en nuestro ADN. Esto implica que tenemos la capacidad de influir en nuestro entorno al igual que el entorno también influye en nosotros.

  • ¿De qué manera el entorno nos influye? La psicología social es la rama de la psicología que estudia cómo el entorno social influye directa o indirectamente en la conducta y el comportamiento de los individuos.
  • Se ha demostrado que nuestro entorno influye en nuestra manera de ser, de disfrutar, en nuestros hábitos, en conseguir lo que nos proponemos, etc.

Desde el barrio en el que vivimos, nuestros vecinos, el coche que nos compramos, nuestra familia, amigos, compañeros del trabajo, las rrss, el clima y hasta nuestras propias creencias o la información que obtenemos influyen en nosotr@s de una manera muchas veces inconsciente.

Esto no es nada nuevo ya que desde hace siglos, el feng shui estudia el chi (la energía) con el fin de lograr que los espacios tengan una influencia positiva para las personas que los ocupan simplemente cambiando la disposición de la casa o añadiendo o quitando elementos para potenciar el chi. Jim Rohn dice que «Nos convertimos en una combinación de las 5 personas con las que pasamos más tiempo.

Podemos adivinar la calidad de nuestra salud, actitud e ingresos con tan solo mirar a las personas que nos rodean. Con el tiempo empezamos a comer lo que comen, hablar como hablan, leer lo que leen, pensar lo que piensan, ver lo que ven, tratar a la gente del mismo modo o incluso vestir igual que ellos».

¿Cómo influye la sociedad la escuela y la familia en la formación del individuo?

La familia es vital tanto para la sociedad como para el desarrollo del ser humano. La educación es tarea primordial de la familia, aunque compartida de una manera significativa con la escuela, con el entorno y con el contexto social. Los tres anillos de formación de la persona son: la familia, la escuela y la sociedad.

¿Cómo influye la escuela en el desarrollo social del niño?

La Mar Salada | La importancia de la escuela infantil para el desarrollo del niño Posted at 17:01h in by Los tres primeros años de vida son cruciales en el desarrollo del niño. En este período aprende a mantenerse en pie, a caminar, a sentarse adecuadamente, a interactuar con los demás, a comunicarse y desarrollar las habilidades cognitivas básicas.

Al incorporarse a la escuela podrá interactuar con niños de su edad y encontrará un nuevo entorno que estimula otras capacidades, no solo a nivel cognitivo, también social y emocional.Los centros de educación infantil de primer ciclo (0-3 años) llevan a cabo una labor extraordinaria con los niños y todo ello no sería posible sin el trabajo de educadoras competentes e implicadas con y para los pequeños.En nuestra Escuela, las educadoras programan actividades a diario diseñadas para conseguir un desarrollo integral de los niños, planifican contenidos, objetivos, ejes transversales e integran el desarrollo de las inteligencias múltiples. Las principales ventajas de la Escuela Infantil son:

Crea nuevos espacios de interacción con niños de su misma edad y con adultos que potencian su desarrollo. Estimula la comunicación verbal y gestual a través del juego y otras actividades grupales. Fortalece los vínculos afectivos con las personas y estimula la empatía. Contribuye al logro de la independencia y la autonomía infantil, así como a la formación de hábitos y rutinas. Fortalece la autoestima y estimula el autocontrol emocional y la asertividad en la resolución de conflictos. Desarrolla las habilidades motoras finas, fundamentalmente a través de los juegos y actividades plásticas. Además, también estimula la coordinación motora a partir de aquellos juegos que involucran las habilidades físicas. Enseña al niño las normas básicas de convivencia y de respeto hacia los demás, así como las reglas y los límites. Desarrolla su creatividad e imaginación, fundamentalmente a través de los cuentos y los juegos de roles. Favorece el desarrollo del lenguaje y la adquisición de palabras nuevas, que amplían considerablemente el vocabulario del niño. Potencia la adquisición de habilidades cognitivas complejas y estimula el desarrollo del pensamiento.

Marisa Serralta Martínez Coordinadora pedagógica : La Mar Salada | La importancia de la escuela infantil para el desarrollo del niño